¿Por qué tenemos miedo?
Miedo n. m. (lat. metum). Perturbación angustiosa del ánimo ante un peligro real o imaginario, presente o futuro: apoderarse de alguien el miedo. 2. Temor o recelo de que suceda algo contrario a lo que se desea: tener miedo de caerse *De miedo (Fam.), pondera la excelencia de algo o de alguien: el asado está de miedo. // Miedo insupera….
El miedo es una sensación … Biológicamente el miedo ha servido y sirve como un mecanismo de supervivencia más de las especies, y el cual podemos localizar en nuestro lóbulo temporal. El miedo, además de miedo, se puede describir como un rechazo a algo o como simple aversión al riesgo o al peligro. Pero, ¿qué es realmente el miedo, por qué de su condicionamiento en el individuo, a qué se debe realmente y por qué el ser humano ha llegado a deformar algo tan primario, siervo cercano del protagonista antagónico del reino ético?
El miedo puede ser una cobardía, puede ser una falta de valor, puede ser el símbolo de una demasía en la persona o simplemente puede ser el reflejo de una falta de opciones o de explicaciones telegibles al ojo del que siente algo que necesita identificar como miedo.
Histórica y sociológicamente el ente humano ha sentido y siente miedo por aquello que le es extraño, que le es ajeno o que simplemente desconoce. No se me ofendan entes sin este tipo de miedo, pues ahora mismo hablaba desde un punto generalista e histórico de la sociedad. La Energía de paso a los que prefieren llevar a cabo la curiosidad, la experimentación, la comprobación , el conocimiento y el intercambio. La Energía de gracias a aquellos con ese valor necesario para enfrentar eso que algunos sienten como miedo. Lo que algunos perciben como miedo, otros lo hacen como atractivo riesgo y, los más clarificados, como una sensación que plantear partiendo de la razón y la matizada lingüística para, puede, que terminar utilizando la pasión como camino correcto.
En mi humilde opinión, la persona ha avanzado un paso más allá de la segunda acepción de miedo, transformándola, adaptándola o trascendiéndola: creyendo estar despierto, empieza a sentir miedo por aquellos actos reales que aún están por suceder, que no se dan en ese momento, y que podrían producirse como cualquier otro acontecimiento imaginable por cualquier persona. Miedo a perder lo que tenemos o incluso miedo a perder lo que anhelamos (¿no sería mejor disfrutarlo?). Miedo a sentir miedo, miedo al dolor o miedo a los que tienen miedo. Miedo que nos puede llevar a percibir como malo aquello que realmente resuelta ser bueno. Un miedo que sólo sirve para alimentar ese lado oscuro del cual me alimento a diario; pero el cual con la misma fuerza combato para ser más fuerte al otro lado del reverso tenebroso. Conozco la oscuridad, he estado sumido en ella, la he saboreado y aún a veces recurro a ella como el que acude a una pastelería a degustar un dulce tomado a su elección; ¿eso me hace más fuerte? Tal vez… pero no es de mi de quién hablo precisamente en este texto. De hecho, no hablo de nadie en concreto sino de todos menos de mi.
Tener miedo a lo que pueda pasar, lo muto a previsión. Tener miedo a lo desconocido, lo llevo al conocimiento. Tener miedo a tener miedo se sobrelleva con riesgo. Tener miedo cuando algo es bueno… sí, cuando algo es bueno e incluso maravilloso; porque es diferente, porque es inesperado, porque resulta demasiado bueno o porque de bueno puede pasar a malo(reflejando dolor incrustado en la persona); todo ello puede reflejar dolor. Un dolor sentido desde la experiencia de que se ha sentido dolor y después miedo a ese dolor, y después dolor a exponerse a volver a sentarse en las escaleras por las que pasa aquello que nos puede producir el tan aterrador miedo. No hay que tener miedo por lo bueno, ya hay tiempo para fundirse con el lodo, como para encima dejar que ese lodo nos trascienda por hacer de oráculos no titulados.
Si se tiene duda se te aclarará, si se siente desconocimiento se te exigirá experiencia, si se tiene miedo se te ofrecerá valor (momento bíblico Vera, jajaj) para enfrentarlo contigo… y si, a pesar de todo ello, dices tener miedo, compártelo; tal vez así desaparezca y se convierta en tu mejor arma.
El miedo no es malo, lo malo es no reconocer que sentimos algo que llamamos miedo cuando este ya nos está abrasando.
Pdt. Todo ser siente algo conocido como miedo… aunque no lo sepa.